No me preocupare por las cordialidades esta noche, así que bien podrías morir hoy y mañana temprano estaría en tu funeral dejando una rosa no de despedida sino de satisfacción por saber que si bien la vida no fue diestra tampoco ira a ningún lado diferente al mio. Así que te sonrió, mientras en mi mente se forma un juego con alfileres; un juego incensurable que podría irse hasta donde cada quien decida conveniente, un juego sin premios pero con grandes ambiciones de destruirlo todo.
A decir decir verdad quien me molesta en medio de todo no eres tu, tampoco es tu indecisión ni tu falta de atención a detalles menudos; a decir verdad quien me molesta son terceros porque soy demasiado narcisista en los tiempo de clausura y las palabras ilusorias de aquellos son como alcohol en una herida incurable.
Si embargo sonríe ahora que hay tiempo, porque las horas jamas habían sido tan gratas; sonríe ahora mientras mi corazón se va gota a gota por la cañería de la postergación; y aun cuando ya no haya tiempo revisa el espejo que desde siempre ha estado tras la túnica de la fatalidad.
Erika Zúñiga Lee
Puedes copiar todo lo que quieras, pero si no me das los créditos
el día que mueras robare tu alma
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