Perder es una opción que jamas había contemplado

De nada me ha servido la filosofía platónica; de nada me ha servido saber que el alma es tripartita, pues al final aun conociendo la teoría y tenerla presente en todos los instantes de mi vida, termine dejando que mi alma racional se fuese al demonio simplemente por dejarte entrar en mi vida... quizá uno de los errores que a la larga me decepcionan pues siento haber perdido mi control y siento haberte perdido totalmente; así que me siento como al principio: Acompañada de la soledad; buscando ese alguien que a lo mejor no existe y por meses he confundido contigo.

Erika Zúñiga

Interpreta mis conjeturas

Debería olvidarte sin prejuicios, debería arrancar de mi libros todas las letras que he dibujado para tu alma vacía encerrada en el deseo de creer ser dueño del mundo cuando ni siquiera eres dueño de tu tiempo.

Sin embargo en tardes como estas me pregunto si es que he escrito lo correcto durante todo este tiempo, y una voz proveniente de un artilugio divino sin alma, me responde que los días nunca habían sido tan buenos como desde aquel día en que te conocí en una calle desolada.

Así que te enredas en mis sueños, aun cuando solo te quería aferrado a mis sabanas; te mezclas en mis pensamientos cuando solo te quería presente en mi vida; destruyes mis ilusiones cuando lo único que quería era que rompieras el silencio. Así que lo que menos planee resulto quemándome el alma, y alimentando una ilusión vaga que solo es posible a través del tiempo.

Deberías verme cuando lo que busco son tus ojos, pues entonces podría deleitarme con la armonía que me embarga cuando a hurtadillas planeas fulminarme en silencio; deberías sonreír mas seguido y burlarte menos de la vida; deberías tan solo callar algunas cosas y decir unas cuantas mas, así como cuando tu única compañía es la soledad, como cuando tu única esperanza es la libertad.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Nadie

En el camino se van limpiando las lagrimas que se han derramado por mentiras, pensando en que esto jamas sucederá de nuevo; pero son tus ojos los que me hacen perder mi juego, es tu sonrisa, la que me hace querer volver atrás.

Recorriendo las calles solitarias en un auto que no va a ningún lado, esperando que el cielo nos ayude a los dos, intentando que la sangre de los amantes no detone como combustible en esta noche con poca luna.

Una vez mas espero por un milagro de algún genio que jamas he visto; una vez mas suspiro para recuperar el aroma de tu piel y mientras todo el mundo sigue creyendo las mentiras de una verdad que esta frente a todos, espero seguir siendo tu nadie.

Porque sin prisas te espero, pues conozco que el tiempo no es mas que un estado que baila entre las desgracias para volvernos locos; te espero porque conservo la esperanza de volverte a ver como aquel día, intrigado por lo que no conocías.

Sin retribuciones te doy mi tiempo porque no lo necesito, sin decir nada te guardo un espacio en mi almohada cada noche; sin sonreír me gustaría darte mi felicidad porque entonces ya el pasado sera solo el vago recuerdo de una herida que dolió de una forma maravillosa encarando el miedo y venciendo todas las expectativas.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Sueña mientras la soledad te arrulla.

"En ocasiones creo que mi error recae en pensar que tienes esas características de alguien que solo invente como un personaje de ficción"

Desde hace tiempo permaneces escondido, esperando que el mundo se digne a cambiar, viendo pasar a las personas como pétalos de flores en sueños de una tarde de primavera; Pero entoncces ya nadie se mueve a tu alrededor, nadie tiene sentimientos para entregar a un artista al que ya todos ignoran.

Así que te observo a lo lejos queriendo entender la soledad que ocasiona el no poseer sentimientos guardados en un pequeño pañuelo que esta desgastado de tanto llorar penas que no son suyas. Te observo y me pregunto si acaso todo lo que sucede es posible: tu mirada, tus palabras, tus movimientos pausados; entonces a mi alrededor tampoco hay nadie siquiera dispuesto a darme un desalentador no como respuesta.

Quisiera entender el enigma que guardan tus ojos tras ese brillo esperanzador que me obliga a no verlos mas; definitivamente creo que lo mejor que puedes hacer es no decir nada y quedarte inmóvil mientras un par de recuerdos juegan a sentirse cautivos en el aire. Me gustaría tan solo olvidarte como tantas veces, pero creer que eres una replica de alguien que no existe me complica las cosas a diario... incluso me complica escribir este párrafo correctamente.

Desde hace tiempo te robaste mi atención continua, e incluso me molesta el hecho de pensar que mientras sigues esperando que todos salgan de su letargo existencial, yo, sigo esperando que el invierno perdone flores que incluso no alcanzaron a sobrevivir al otoño; Pero te espero, guardando una explicación que entonces no hará falta, conservando palabras que volverán el mundo atrás y darán entonces su fulgor de la forma desmedida que jamas debió cambiar.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Organiza mi mundo mientras soñamos el futuro

"Te necesito a ti, para que aterrices mis ideas"

Hoy tengo muchas cosas por contarte pues llevamos mucho tiempo lejos, y no es esa distancia de millas y kilómetros sino la distancia entre saber que te puedo incluso tocar y aun así reprimir mis sentimiento hasta hacerlos parecer casi nulos.

Día a día me lo paso imaginando tus labios color rosa y tus facciones perfectamente simétricas que aun no puedo dibujar porque en mi mente aun conservo borrosos todos esos detalles que te hacen único.

No se si alguna vez te dije que me encanta tu tez blanquecina, tus ojos soñadores y profundos; no se si algún día comente que tu rostro es la perfección que encontraba en los libros cuando era niña. Indudablemente jamas te he dicho que tus palabras son perfectas y podría escribir sinfonías con ellas; sinceramente eres mi personaje favorito en esta historia a la cual todos osan prescindir.

Hoy quisiera decirte que te espero desde aquel día en que me cambiaste la vida para hacerme tomar decisiones definitivas; así que te sonrió porque a pesar de no tenerte me ayudaste a reconocer que estaba caminando mal por un sendero que no era el acertado, todo esto sin decir nada; todo esto solo con tu alma pulcra que sin darte cuenta actúa como un licencia de esplendor para quien lo necesita.

Así que mientras la noche sigue escondiéndose le confieso celosamente que te necesito para sacar a lo real mi fantasía; y ya entrando en el poderío de lo divino también puedo decirte esta noche que desde hace mucho estoy sentada esperando el tiempo para romper el silencio que tanto mal me hace desde que siento no poder soportar que tu vida va paulatina arriesgándose a perder su orientación sencillamente por el afán de no sentirte vació.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Fuiste

En este momento creo que el tiempo se paso tan rápido que pudiste olvidarme e incluso reemplazarme, y aun así no soy nadie para decir que no deberías hacer cosas por temor, no soy nadie para reclamarte que a pesar de no querer saber mucho de mi sigas contestando mis llamadas y respondiendo mis postales.

Adoro incluso tus mentiras porque te ves linda cuando sonríes de esa manera tan falsa; la verdad no soy diferente como para pedirte verdad cuando a través de escritos nos recordamos que el futuro pudo ser como lo imaginamos y sencillamente hubo una barrera que no se pudo vencer: el miedo.

Desde hace mucho tengo congelado mi tiempo, esperando que algún día me regresaras las ilusiones que te llevaste en aquella maleta escondidas en un pequeño libro que te regale porque quería cuidar siempre de ti. Desde hace mucho mi tiempo se va al demonio porque espero recibir atenciones que a lo mejor ya te duelen, porque te lastime tanto que a lo mejor perdonar es tan difícil que parece imposible.

Así que me pregunto si llorar por vos valió alguna vez la pena, pues aquel día que te marchabas sentí morirme como si mi vida pendiera tan solo de un hilo delgado como tus cabellos. Me pregunto si al igual que yo tienes tantas cosas por dar y decirme como solíamos hacerlo mientras dejábamos de lado el mundo; me pregunto si aun crees que soy tu inspiración en tus escritos, tu apoyo en el camino; me pregunto si sigo siendo esa persona imperfecta que lo hace todo bien.

En este momento creo que nuestro tiempo se acabo, porque tus ojos ya no brillan como antes, porque tu perfume ya se fue como los calendarios que han pasado; ahora creo que solo puedo verte de lejos y recordar que fuiste una dama maravillosa que me ilumino la vida y me enseño a vivir; una princesa que resulto siendo fantasía y entonces el mismo tiempo me obligo a despertar para cambiar nuestro mundo por el de personas normales, que sufren por amores inalcanzables, que sonríen por errores incorregibles.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Deja escapar la esperanza.

Esperanza es lo que me gustaría regalarte en una lluvia de media noche; me gustaría ofrecerte un destino sin preocupaciones de ningún tipo, un futuro abstracto pero tranquilo donde no entre la duda por saber que el pasado estuvo mal y que el futuro es desconcertante.

Me gustaría dibujar tus melodías en un lienzo que no sea de nadie, pues así seria mas fácil compartir la dicha de quien no posee nada con quienes creen poder tenerlo todo; también podría sonreír contigo cada que fuese necesario calmar tus penas, porque la vida no esta llena problemas sino de oportunidades para apreciar nuestra existencia.

Definitivamente me hubiese gustado fallarte menos y haber entendido más ciertas historias, pero las cosas siempre suceden para algo que no esperamos, así que con la esperanza en las manos espero poder traer la confianza que algún día se escapo tras una nube que fue invisible y silenciosa.

A decir verdad me gustaría saber que sucedió con lo que creímos bueno, me gustaría poder ver en que distancia estamos cuando nos podemos ver pero sencillamente es incomodidad lo que surge después de un momento; a decir verdad me gustaría ser un poco menos precisa y así poder equivocarme sin remordimientos, poder llorar sin recelos y comentarte en alguna noche que siento haber perdido todo lo que quizá nunca fue mio.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Esto es solo una excusa para evadirte

Hace días te vi escribir sueños en un pedazo de papel blanco, imaginando que la vida algún día dejara sus contrariedades y entonces abrirá puertas a mundos que existen plasmados en nuestras memorias que a la largan se llenan de ilusiones vagas que irónicamente nos dan tristeza.

Hace años alguien me pregunto también por mis sueños, y la única respuesta cuerda que encontré es que no imagino sueños sino que trazo realidades para no dar con la decepción que causa el ver un muro cuando lo que se busca es libertad.

Hace años... quizá me equivocaba un poco, quizá me negaba el mundo para el cual fuimos diseñados; hace mucho que te vengo observando y entonces he aprendido que soñar es lo que nuestra inconsciencia convierte en realidad, es lo que los sabios comprenden cuando llegan a la vejez; soñar es dejar que tus héroes sigan en tu alma y no cambiarlos por fantasmas que nos matan aun cuando la vida debe seguir.

Hace días comprendí que las cosas simples pueden ser grandes y maravillosas, comprendi también que el infinito no esta en la matemática sino en tus ojos... hace días imagine lo que podría ser soñar contigo, y sonreír cuando un muro aparezca ante nosotros no para reprimir sino para expresar que las dificultades no siempre son pasadas, y que te pueden enseñar lo que necesitas en tu futuro.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Cavilaciones

Quisiera poder abrazarte en silencio y sentir que todo esta bien, aun cuando afuera el mundo se desplome ante la inclemencia de los mentirosos. Pero no se si también callar que te amo sea un error, la verdad es que no se como decirlo pues me aterra pensar que no haya dentro de ti siquiera un poco de cariño para mi.

Así que en días como hoy me siento mal, y veo las aves danzar a mi alrededor comprendiendo que es la misma sensación que experimento al sentir tus labios en los míos, entonces despierto de mi fantasía y no encuentro mas que mi humeante cigarro el cual me invita a darle una calada simple que no puedo comparar siquiera con el calor que brota de tus mejillas, pero me ayuda a olvidar que estas lejos sonriendo con palabras que no son mías.

Quisiera volar contigo entre arboles gigantes y trazar un mundo donde todo es como lo imaginas, pues me encantan tus pensamientos fantasiosos, tus planes y tus cavilaciones que me hacen pensarte a diario; así que mientras la brisa corre dejando un frió impregnado en mi piel, y la lluvia me recuerda aquella noche donde lo incomodo era el silencio y la incertidumbre de lo que pasaría después; le pregunto a Dios si es que el amor consiste en sufrir tanto como lo hizo su hijo por nosotros.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Disfruto admirarte sin prisas.

Sigo esperando en algún lugar desconocido por el momento exacto donde tu mirada se pueda cruzar con la mía, y en silencio decir que te he extrañado desenfrenadamente todas las noches en las que buscaba tu abrazo y no encontraba más que un par de sabanas frías llorando tu ausencia al igual que yo.

Aun sin comprender la insensatez del mundo me trazo metas que espero cumplir a tu lado, sueños dibujados en bosquejos para un otoño lejano donde lo único que importara será tu respiración pausada por la sencillez de comprender que tu corazón late rítmicamente gracias a la sonrisa de quien siempre busco el norte aun en los momentos difíciles.

Sin esperar nada a cambio te obsequio mi mejor sonrisa en tardes agitadas donde el tiempo parece no esperar para una mirada llena de ilusión que he esperado regalarte desde aquel día en el cual comprendí que te quería y haría lo imposible e incluso escabroso por estar a tu lado.

Así que te observo a diario sin prisas, porque entonces puedo detallarte centímetro a centímetro y dibujarte en mi memoria para perpetuarte en mis tempos libres, porque eres la poesía que espere escribir algún día bajo la luz de una luna perfecta que en alguna ocasión te regale en silencio y solo miraste como a quien el mundo le importa poco.

Aun así te espero, reteniendo un suspiro y un te quiero para cuando decidas que el tiempo es demasiado misántropo como para estar despierto en una cama dando vueltas con recuerdos que algún día fueron buenos, pero que a la larga laceran como las espinas de la más bella flor.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Olvida la ausencia de quien jamas te importo.

Deja que la primavera se vaya con tu cara bonita, con tus recuerdos y tus caricias que algún día parecieron ciertas, con tu mirada que a pesar de todo no puede mentir; deja que el viento se haga caliente y destruya mis sentidos, así podrás recordar que morí en pie por no poder olvidarte.

Pregúntale al atardecer por mi conciencia pues la he olvidado en una guerra que creo perder por excelencia; cuestiona a la primavera y ruégale por respuestas que aunque mudas entenderás bajo el manto de la soledad.

Sonríele a los demonios cuando me veas lejos, olvidando que alguna vez estuve ahí para salvarlo todo; olvidarme aunque jamás me hayas pensado, niégame aunque jamás me hayas tocado, ignórame cuando me vaya porque entonces el dolor será opcional y la miradas ya no descenderán en tu cuerpo nunca más.

Deja que el invierno convierta tus labios color rosa en delicado perfume para el firmamento, regálale tus brillantes ojos a la luna para que me alumbren en la opacidad de mi alma cuando las estrellas se destruyan para ir a parar en tus cabellos; olvídate de sonreír cada mañana, pues ya nadie más adorara tu sonrisa como lo hice yo; olvídate de recordarme porque incluso en tus peores días yo hubiese estado ahí guardando tus melancolía y reparando tu esperanza para darte un nuevo día

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Encierro literario

Encerrada en la magnitud de las letras me atrevo sentir lo que siempre he soñado, a decir lo que el orgullo no deja salir en momentos de silencios eternos e inexplicables; así que sola frente a un papel paso mis días dibujando un rostro que me ocupa la memoria día a día.

Quisiera explicarte lo difícil que es solo verte de soslayo ocasionalmente, aun cuando lo que quiero es abrazarte y sentir que tu aliento no se va a marchar jamas; quisiera confesarte que en pequeños momentos trato de capturar tu esencia y todos los detalles de tu cara, de tus manos porque temo que algún día simplemente no estés para verte mas.

Así que en días lluviosos me acuesto en la hierba y le pregunto al cielo si es que algún día podre curarme por amarte tanto, si es que algún día te vas a cansar de ignorarme y solamente me veras con los ojos que yo te leo a diario.

Y antes de llorar, le pido al infierno que no te vayas nunca, que jamas te decepciones de alguien que callo sus sentimientos solo por ver brillar una sonrisa que no busca nada pero me enamora, simplemente porque tu la haces perfecta con el hecho de expresarla cuando lo que busco es un suspiro de satisfacción.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

so

Déjame decirte que las cosas andan mal, porque siento que te perdí por alguna razón que amaría oír de tus labios; te perdí y jamas tuve la voluntad de expresarte que tus historias reflejaban tu vida y la mía en el fondo; te perdí en un año de pocas palabras en un olvido desapercibido.

Permiteme llorar mientras escribo una nota de despedida, mientras arranco de mi memoria que alguna vez fuiste lo mas importante y que mientras el mundo se hacia pedazos yo estaba tranquila porque tu sonrisa entonces lo era todo.

Así que amo tu forma de amarme, sin presiones, sin prohibirme nunca... sin embargo odio cuando me ignoras y cuando simplemente cualquier cosa es mejor que hablar con quien te escucho siempre.

Yo... jamas pedí que me amaras, solo quería alguien que me escuchara de vez en cuando y entonces decidí que necesitaba lo real, y así es como pagos errores fatales, extrañándote a cada segundo y sintiendo que quizá reemplazandote con alguien igual de hiriente es la solución, pero sucede que ahora tengo un problema doble.

Ápices de soledad

En tardes solitarias de eterna discreción le pregunto a la existencia si realmente te quiero como mi debil corazón lo imagina; le cuestiono a las tinieblas si es que el dolor algún día dejara de existir y entonces tras el tul de la objetividad aparecerás solo para tomar mis manos gélidas entre las tuyas.

Danzando con la angustia ofrezco un brindis por tu confusión entre tomar lo que adoras y esperar lo que deseas; llorando con la humildad de aceptar que eres efímero y en cualquier momento te disiparas sin decir adiós, sin perdir perdón, sin una explicación.

Pero te espero reteniendo una gota de esperanza que tiene un sabor morapio, porque mi confianza en las deidades es el único recurso para hacer existente lo que temo decir cuando el tiempo parece no ser el indicado, cuando el cielo parece no ser el conveniente.

En tardes solitarias me gustaría estrecharte bajo la lluvia y sentir que jamas hemos estado lejos; en tardes huidizas podría comprender que me seduce tenerte cerca, que me enamora tu mirada estridente custodiada por delicados hilos perfectos que prometen devoción en un futuro que nadie espera.

En tardes solitarias sonreiría con el vicio de la imperfección, pues vislumbrara en un solo segundo el significado de perder la consciencia por un par de besos fortuitos que en adelante no serán memorias sino realidad de un sentimiento diferente a todos pero igualmente inconcebible.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Intachable

Permíteme decir lo que imagino cuando estas cerca, expresar lo que siento cuando te alejas, y describir lo que pienso cuando no estas.

Déjame desafiar la gravedad del mundo cuando lo que sucede parece un déjá vu de mil colores inexplicable, tan solo ayúdame a no extrañarte como si no estuvieras mañana, enséñame a recordarte sin dolor y a ignorante sin sonrisas que prometen dañarlo todo.

Ayúdame a recordar como es vivir sin prejuicios, a disfrutar lo bien que se siente hacer las cosas incorrectas; aun así te pido que seamos inmorales y escabrosos en los tiempos difíciles y solitarios.

Permíteme decir que me siento sola sin vos, que mis lagrimas corren como un combustible a una maquina de recuerdos y alucinaciones; déjame escribirte en un viejo cuaderno que mis días son pausados cuando veo a mi alrededor y están todos menos tu; déjame decirte a solas que mi peor casualidad es amarte cuando no creo en el amor.

Déjame olvidar que eres libre... que la silla tu vida sigue esperando por ella la que no respira e incluso no estará nunca; permíteme ser tu irreprochable porque incluso la muerte tiene un limite y la luna es cada vez mas grande así como mis deseos por olvidarte y convertirte en solo una persona a la cual observar de lejos sin conmoverse de nada.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Espera el tiempo

No me preocupare por las cordialidades esta noche, así que bien podrías morir hoy y mañana temprano estaría en tu funeral dejando una rosa no de despedida sino de satisfacción por saber que si bien la vida no fue diestra tampoco ira a ningún lado diferente al mio.

Así que te sonrió, mientras en mi mente se forma un juego con alfileres; un juego incensurable que podría irse hasta donde cada quien decida conveniente, un juego sin premios pero con grandes ambiciones de destruirlo todo.

A decir decir verdad quien me molesta en medio de todo no eres tu, tampoco es tu indecisión ni tu falta de atención a detalles menudos; a decir verdad quien me molesta son terceros porque soy demasiado narcisista en los tiempo de clausura y las palabras ilusorias de aquellos son como alcohol en una herida incurable.

Si embargo sonríe ahora que hay tiempo, porque las horas jamas habían sido tan gratas; sonríe ahora mientras mi corazón se va gota a gota por la cañería de la postergación; y aun cuando ya no haya tiempo revisa el espejo que desde siempre ha estado tras la túnica de la fatalidad.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Estación dadivosa

Podría oírte en silencio por horas, esperando que las rosas sobrevivan en invierno y que la nieve caiga sobre tus labios aun en primavera; podría susurrarte en sueños y quitar el velo que opaca las palabras que tan celosamente he preparado para vos; podría seguir callando y seguir soñando en el día y escribiéndote en las noches.

Suspicazmente llegara el día en que solo existan fantasmas de mi imaginación, ese funesto día en que mi sonrisa no brillara mas y las únicas palabras que perduraran serán los mensajes que con fascinación escribí en el vidrio de la ventana en las tardes frías que pasamos solos.

Así que aquí estoy como tantas noches pasadas, con tu recuerdo en el vidrio de mis ojos, con tu aliento como aura, con tus besos como alma y con la soledad de creerte contrincante de una batalla que siempre he jugado sola en un tablero donde apareces como invitado de vez en cuando.

Podría leerte si no estas, porque la verdad es que me perturba el hecho de tenerte cerca y no poder siquiera verte; inadmisible me resulta decir adiós cuando lo que quisiera es morir solo por no verte partir... Podría abrazarte sin recelo en una noche fría, podría subastar mi psiquis por tus ojos, y definitivamente podría darte un mundo unitario de invierno con el esplendor de primavera y la sabiduría de otoño.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Ser irreal es la cuestión

Te escribo para decir adiós de la única forma que sé, desde el silencio que produce eco aun cuando no es del todo lógico. Te diré adiós sentada en la silla de la resignación, te digo adiós aunque te veré siempre y a lo mejor no te olvide, pero me podre acostumbrar a verte sin sentir nada de lo que me arrepienta luego.

No puedo ocultar que te recordare cada que el sol haga brillar la marca de mi cigarrillo, tampoco puedo negar que me tardara tiempo aceptar que esta vez quien perdió fui yo, y que muy seguramente también perdiste un poco simplemente por navegar en el mar de la indecisión.

Entonces a solas me pregunto ¿Qué perdí? y mi loca consciencia responde que no perdí nada mas que unos cuantos días, y un poco de dignidad... pero definitivamente lo peor es perderte a ti aun cuando jamas has estado del todo en el lugar que merecías.

Te escribo para recordar que era mejor cuando no existías, pues solía tener noches tranquilas y concentración en mis días; era mejor cuando creía que me querías por ser irreverente, pero todo se lo llevo el viento en una semana con decisiones apresuradas que jamas debieron ser, que jamas debieron recordarse.

Entonces a solas me pregunto ¿Por qué prefiero tu vos? y una parte dulce de mi ser responde con una cancioncilla que me recuerda tus pasos descoordinados haciéndome sonreír a la nada y aceptando que la torpeza de tu vida es agradable porque me hace sentir que entonces todo es real.

Erika Zúñiga Lee

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