Quisiera hablarte, sin mentiras, sin ocultar nada, quisiera decir tantas cosas que solo he podido plasmar en el papel, desearía mucho poder estar siempre contigo antes del café. Anhelo día y noche tu mirada, y mientras la noche cae, tu voz se filtra en mis pensamientos como una canción celestial que apacigua mis pecados. Me gustaría estar ahí, cuando tus lagrimas se van por la pequeña ventana de tu habitación, me gustaría contemplar la inocente sonrisa que dibujas en tu rostro cuando duermes, me gustaría abrigar tus miedos y hacerlos esperanzas cada amanecer.
Para ser sincera me encantaría repetir tanto aquel día donde las cosas sucedieron solas, y donde desnudaste esa personalidad grácil de la cual ando encantada, me gustaría no verte hacer estupideces, incluso podría mandar al infierno mi mundo por ti... todo eso porque me gustas, y aun en contra de todos los ideales me imagino amándote, tanto que la felicidad solo seria andar agarrada de tu mano mientras la lluvia cae en mil colores a tus pestañas oscuras.
Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma
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