lunes, 27 de junio de 2011

Enredate en mi pared, y prometo jamas volver a recordarte

Te escribo una vez mas, quizá sean mis ultimas lineas antes de poder olvidarte, o a lo mejor... este sea el primero de mis pasos para olvidar que me importas mas que dormir tranquila.

Te escribo para calmar las ansias narcoticas de mi cabeza repitiendo tu anatomía incorrecta pero grácil; escribo para gastarte al máximo, porque eres como el carboncillo que espero gastar con el tiempo escribiendo en el muro de los arrepentimientos, mientras veo florecer la esperanza de verte como a alguien normal.

Y aunque duela cada minuto marcado en el reloj de la desesperación, podre conformarme con ver como la razón triunfa sobre los sentimientos blandos de quien jamas supo que hacer con ellos.

Aunque duela, siempre es mas llevadera una vida razonable perfecta, y no una fantasía armada en nubes que el tiempo destroza con el viento.

Escribo a solas viendo tu foto, porque entonces es como si lo dijera todo al oído; te escribo entre música que jamas imaginarias, porque es una forma de olvidar tu voz; te escribo con la esperanza que mañana no me desplomare de nuevo, y terminaré escribiendo tu nombre en la ventana fría del autobús.

Y aunque duela, probare el poder de pasearme entre la gente extraña viendo tu cara e ignorándola por completo; aunque duela, me alegro por saber que solo duele en mi, y no en tu confuso corazón cubierto por muros que no me atrevería a demoler jamas.

Erika Zúñiga Lee
Puedes copiar todo lo que quieras, pero si no me das los créditos
el día que mueras robare tu alma


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