viernes, 10 de junio de 2011

Dar la espalda para esperar y no para salir huyendo

Es difícil hablar cuando lo que se debe es guardar silencio, pero las letras siempre van hacia adelante aunque se escriban a la inversa, sencillamente esta vez odio tener la razón; esta vez no habrán detalles.

No es mi estilo coquetearle al mundo, tampoco soy amante de los sueños y por si en alguna cabeza llega a caber, no, tampoco vivo con la alegría enredada en mis cabellos, pero en definitiva lo que menos importa es mi pensamiento, cuando las conclusiones ya están dadas, cuando las explicaciones sobran como la brisa en una tormenta.

Es difícil dar la espalda cuando son los ojos los que se buscan, es imposible marcharse cuando se es el anfitrión, pero entre tantas cosas la mentira jamas se ha interpuesto o por lo menos no en partes adyacentes a mi memoria.

Aleatorio, titubeante, o incluso eventual, puedes llamarlo como quieras, pero en ultimas la definición es la misma, la dualidad situaciones que tratas de perfeccionar sin una lente cóncava, observando un cartel donde solo hay un cuadro vació que no espera ser pintado sino comprendido aun en sus días mas solitarios.
Erika Zúñiga Lee
Puedes copiar todo lo que quieras, pero si no me das los créditos
el día que mueras robare tu alma

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