Te observo a solas

"Estando a solas te observo, entonces comprendo el dolor de quien ama ante una realidad imposible”

Lawrence Asquiller

Déjame tocar tus pómulos color rosa cada noche después del ritual de llanto que amonestas sin cesar a la luz de un astro inerte incapaz de observar, incapaz de ver... Incapaz de de sentir.

Déjame sentir tus dulces labios fundidos a los míos; déjame entrar en tu mundo forastero para escudriñar en tu alma aquellas emociones nórdicas llenas de fantasía provocadas por un dulce sentimiento atrapado entre una osadía de cara o cruz.

Enséñame en secreto como tocar tu piel gélida y suave; dime como diferenciarte de las demás personas que sonríen ante lo absurdo y lloran con lo inesperado; cómo diversificarte entre tantas miradas perdidas por el suplicio de cargar con enigmáticas sentencias de quien no conocen.

Dime tu lo que esconde el silencio de tus ojos y sonríe al ver como la vida se hace mejor después del vino que ofrecen los ríos de mi ciudad en las tardes rojas como la sangre que alguna vez corrió por mis venas; susúrrame al oído todos los miedos que escondes en tu almohada, y llora escuchando melodías ineditas venidas de un bosque escondido en palabras de personas que juegan a delatarse ante un fantasma silencioso.

Enséñame a correr en círculos y sentir la desesperación por encontrar una meta que esta en cualquier parte; Dime cómo ser mas tu y regálame tus lagrimas cada noche de agosto; Dime como ser imperfecto soñando con lo inalcanzable observando lo insignificante y deleitándome con lo dulce de sufrir por quien mas se adora; Enséñame a decir adiós sin palabras y acostúmbrame a dormir pensando en lo que sucederá mañana.

Déjame tocar tu corazón por ultima vez y sentir esa sensación de abstinencia irrevocable; déjame verte ahora que estas sola y permíteme ignorarte cuando el mundo tenga sus ojos puestos en nosotros.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Retorica

Antes de empezar a hablarte debería solo decir hola y admitir que no ve veo en el espejo antes de salir de casa porque es en tus ojos donde me veo mejor.

Antes de empezar a hablar debería sonreírte y decirte que antes de conocerte ya te había soñado todas la noches, te había escrito y te había hecho un ego insuperable que habla de cualquier cosa, que dice sustanciales oratorias para cada ocasión del día.

Lo que quiero decir esta noche es que las cosas no podrían estar peor, porque las miradas se destrozan como pedazos de una flor muy marchita en el verano inclemente; las cosas están peor ahora que no nos vemos porque la noche se ve alumbrada por un sol que jamas se ha visto.

Lo que debería decir después es que me gustaría despedirme cada vez mejor, poder pasar la linea invisible que me haría saber cosas que a lo lejos no puedo distinguir, poder pasar la raya de la estupidez y realmente empezar a ver un nosotros en el futuro que se ve opaco por nubes en formas de mil colores.

Antes de empezar a hablarte me he quedado suspendida por mas de diez minutos eternos, gozando de un discurso que en sueños podría recitar; antes de empezar a hablarte me gustaría besarte y decir que cuando estoy contigo lo que menos me preocupa es la retorica.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Te escribo desde aquel día en que hablarte fue imposible.

Te escribo desde las caverna en la que he convertido mi corazón, un lugar custodiado por seres inimaginables que día a día se encargan de protegerme del dolor futuro pero aun así me alejan del resplandor emana tu mirada.

Así lentamente voy dejando palabras sueltas para quien las quiera escuchar, voy dejando besos en el aire con la esperanza que algún día se mezclaran para oxigenar tu corazón y así causar esa sensación de delectación similar a la de sonreír cuando lo imposible es guardar silencio.

Así, en pequeñas notas escritas mientras duermes espero recobrar la facilidad para decirte lo que pienso cuando estas cerca, para decirte lo que siento cuando veo que no estoy sola pero estoy sin ti.

Te escribo desde mi balcón, viendo esa estrella que me recuerda a ti... escuchando esa canción que te describe, imaginando tu tez que me hipnotiza; te escribo con el afán de pensar que este mal de amar en soledad algún día se va a calmar y entonces ya no brillaran estrellas en el cielo, porque la luna se las habrá llevado todas.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Lo difícil es esperar respuestas de preguntas no realizadas

Quisiera desaparecer esta incertidumbre que me abraza día a día, quisiera poder salir del mundo donde las preguntas se presentan por montones como el arena del mar, quisiera al menos encontrar una respuesta antes de que el sol se escondiera cada tarde tras un día largo e insensible.

Pero desafortunadamente nada en mi vida funciona, tampoco recuerdo la ultima vez que hayan funcionado las cosas; las rosas siguen creciendo en las rocas y mi esperanza de salir con vida de este problema de amarte se reduce a soportar que la soledad estará ahí esperando que no suceda nada.

Quisiera verte a lo lejos cuando miro a través de la ventana, quisiera poder preguntarle al viento las cosas que en meses no he podido comprender, y es así como absurdamente le escribo a la muerte que me de un poco mas de tiempo para disfrutar tan solo de tu compañía... fortuita, lasciva pero gratificante.

A decir verdad quisiera desaparecerte... porque partiendo de la lógica creo odiar amarte, pues es un sentimiento absurdo que se instalo sin decir nada y me ha complicado el poder mirarte a los ojos cuando te hablo.

A decir verdad me gustaría desaparecer algún día sin decir nada... y entre tus cosas pasajeras dejar una nota con la única intención de arruinar los pequeños espacios de una vida que has retenido desde hace mucho... a decir verdad nada de lo que dice en este párrafo sucederá, porque mientras las olas se encargan de borrar de la arena las huellas que dejo al pasar, el tiempo se encarga sutilmente de quitarme el enojo que me causa sentirme fantasmal cuando lo que quiero es un abrazo tuyo en soledad.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

A veces los pensamientos nos consuelan de las cosas

Te recuerdo cuando el atardecer se hace noche, cuando las nubles se convierten en aliadas de la soledad para envolver a los viajeros en tristeza y desolación; te recuerdo y te pienso todo el tiempo, te espero aun sabiendo que jamas diré nada de lo que pienso estando a solas.

Te deseo a diario sin saber porqué, te escribo en todo momento canciones que me gustaría entonarte bajo la luz de una luna que brilla con luz ajena en las noches mas oscuras; me gustaría hablarte al odio sobre la vida que hemos estado perdiendo.

Jamas diré que te amo... pero lo hago aun contra mi voluntad, aun cuando no comprendo al destino, aun cuando tu vida va buscando estarse lejos de un lugar que debería amar por hacerte tan especial.

Hemos estado perdiendo el tempo, en especial yo, porque pierdo mis días pensando en ti, malgasto mis noches soñando contigo y es así como me doy cuenta que la vida ama ponernos el pecado ante nosotros porque sabe que no somos lo suficientemente fuertes como para tomarlo sin haber sufrido antes.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Te regalo una luz para pintar el mundo.

Te regalo una luz, para que pintes tu mundo, para que pintes el mio; y es asi como regresas de nuevo, con los pies descalzos y los ojos llorosos por la lluvia que cayo inclemente sobre tu campo de flores, las mismas que cuidaste para un día especial que prometió venir algún día.

Así que la tristeza toca a tu puerta y aunque te escondas no puedes huir de ella, porque se esconde en tu closet y con un perfume costoso te recuerda que siempre estará ahí pendiente de tus pensamientos suicidas acompañados de lagrimas que no afectan a nadie.

Te regalo un árbol de cartón que algún día sembré en mi corazón, te lo obsequio hoy porque no se si estaré mañana; la verdad es que odio verte llorar, y desde hace mucho lo único que veo en tu espejo son pedazos de alma gastados en varias noches.

Te regalo luz... para que me recuerdes cuando ya no este. Te regalo mi corazón solo para que tengas presente que alguien te quiso cuando nadie mas estaba, que alguien te quiso aun siendo tu, te regalo mi vida y una nota que guardo en mi bolsillo desde el día que te conocí.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Me gustaría ser lo que buscas todo el tiempo.

Quisiera ser el disolvente de tus pinturas para poder impregnarme en los trazos vagos que realizas a diario antes del desayuno; pero para desanimarme un poco... no podre hacerlo nunca, así como tampoco podre pasar el tiempo solo recostada en tu pecho mientras afuera llueve en primavera.

Quisiera convertirme en tus lagrimas, las mismas que guardan secretos inmaculados que ni siquiera recuerdas porque duelen, me gustaría secar tus heridas y poder ser perfecta para ti, poder ser lo que quieres que sea cuando el momento es el indicado.

Podría perderme para siempre entre historias futuristas que jamas acaban, solamente para ver pasar los años en el lienzo de tu cara, para ver pasar la vida en tu brillante sonrisa.

Me gustaría saber que buscas a diario, porque entonces me seria mas fácil cambiar... cambiar mi vida por un par de sueños desbocados, cambiar mis ideales por irreverencias que no le importan a nadie; me gustaría saber lo que buscas porque entonces no estaría jugando a ser cualquier cosa, sino que tendría un modelo para ser lo que anhelas no tener jamas.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

El jarrón da forma al vacío y la música al silencio.

Aun en contra de la voluntad, las letras se escabullen por pequeños impulsos sorpresivos que terminan siguiendo el ritmo de un corazón que con frecuencia no late, sino que es obligado a moverse por un cerebro sordo que no entiende razones, que no sabe dar ordenes porque jamas ha escuchado música que apacigüe su alma, que destroce el silencio.

Aun sin explicación, el infierno sigue estando lleno de músicos apasionados porque es allí donde la música juzga todo lo malo que has hecho; irónicamente siempre terminamos odiando a quien escribe porque sus letras van como pequeñas ataduras delicadamente colocadas en una cruz que entona sonidos repetitivos pero culpables de las mas grandes compañías.

Y como un eco proveniente de esa oculta y solitaria alma, tu voz pasa de ser una compleja aritmética a una delicada canción que logra crear armonía entre un cielo cansado de ser olvidado y una tierra confundida con la fantasía.

Irónicamente, es la muerte la que toca a tu puerta cada vez que escribes lo que deberías decir... sinceramente podría estar muriendo ahora mientras tu música aun hace memoria en mis pupilas que no se conforman con observar lo que esta a través de todos, sino que hace una bitácora detallada de un viaje inexistente por un mundo que solo existe en seis segundos atrapados por siempre en una curva con tendencia a convertirse en realidad.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

¿Por que me gustas?

Flores amarillas de esperanza es lo que siembro día tras día en mi jardín, esperando un milagro que parece no haberse pedido jamas, esperando siquiera la atención que tus ojos que no parecen ver lo que pienso sino lo que parezco.

Llevo flores amarillas al altar porque lo que necesito curar no es mi cuerpo sino el alma, llevo flores solo por no parecer sola... por no parecer una idiota que va por ahí sin ti, sin nada.

Aunque distante, te espero y me resigno a la lejana idea de saber que siguiera te intereso en algo... irónicamente me rió porque por ti he dejado pasar personas que podrían incluso superar esto que siento por ti.

Me pregunto todos los días en mi jardín ¿por que me gustas? y la única respuesta que encuentro es la de un alma curiosa que solo quiere saber que hay tras esa mirada triste disfrazada con brillo artificial, la única razón por la cual te quiero es porque me ignoras aun cuando no hay distracciones; y para cuando las flores se marchiten, la virtud florecerá en mi memoria y recordare que jamas te quise porque lo que siempre me ha llevado a ti es la pasión de saber lo que nadie mas sabe de un nadie.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

En ocasiones creo que ya te lo he escrito todo... ahora lo que resta es decírtelo.

Duele guardar silencio cuando lo que se quiere es gritar al mundo sin remordimientos ni complicaciones absurdas; Duele escribir a solas, escribir palabras fantasmales que a lo mejor no nacieron para ser guardadas sino dichas directamente a tu perfecto y agudo oído estético.

Hiere la sensación de estar encerrada en una caja; también me preocupa porque la claustrofobia mental me hace pensar cosas irreales, cosas que no podrían salir de unas cuantas paredes mudas que lo ven todo pero jamas están seguras de querer decir tan solo un poco.

Confieso que me calcina la idea de estar pensando en ti a cada segundo, el estar soñando contigo todas las noches y creer que eres con quien despierto cada mañana. Confieso que no debería escribir frases sueltas solo por ocultar tu nombre en este párrafo, no debería haber encontrado similitud entre tus facciones y las de un bosquejo gastado de perfección que alguna vez alguien puso en mi cerebro.

Reconozco que me importas mas de lo que alguna vez creí posible, me importas tanto y eres tan especial que aun en mis momentos de desesperación no ha salido una lagrima por tu culpa, quizá no la mereces o en el mejor de los casos es una promesa firme de no llorar por quien te alegra la vida sin decir nada, sin mirarte, sin pensar en ti.

Así, mientras la melodía de algún artista lejano continua sonando en el violín que parece dictarme las palabras que debería decirte, realmente solo las escribo porque la pusilanimidad del momento es mas grande que un cerebro adornado de cristales brillando de excelentes ideas expuestas en vocablos refinados que incluso no entenderías.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Tu existencia es una prisión que me gustaría ocupar.

En mi mente, me la paso contando horas en un reloj que va muy diferente al tuyo, pues mientras el mio cuenta historias tu solo imaginas hechos que no estoy muy segura de cumplir. Te imagino, en mi desayuno y en mi cena provocado por alguna risilla insostenible para agregar luz a lo que ya no esta vivo.

Te veo enredado en sinfonías extensas de un pianista que me anima a escribirte, te veo en pedazos de historietas recordadas por una canción que perdió el sentido común, que perdió su todo, una canción gastada por voces que jamas supieron entonarle, te veo ahí, sentado frente a tu ventana viendo llover como un niño.

En mi mente te imagino como eres, un pobre pecador afanado por salir del fango del destino, te veo sufriendo tanto como yo, preguntándote cosas que me gustaría responderte a solas; te imagino bañado en preguntas que también me hieren hasta su punto mas delirante; te veo y te imagino alegre con tu dolor, porque entonces ya tienes a alguien que te quiera... ese alguien que no puede ser mas que yo.

Te veo, te leo, incluso te escucho y me es difícil descifrar el porque de tu existencia cautivante; te veo y quisiera confesar que te extraño mas de lo normal, que te quiero conmigo cuando nadie mas esta, te imagino y me veo ahí, producto de un dejavu que promete no detenerse jamas, porque nuestros días son exactamente los mismos siempre, y me gustaría hablar sin el miedo que me produce no volverte a ver mas.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma

Neblina de pensamientos, problemas de transcripción

Te escribo lineas idílicas, sonriendo con la esperanza que algún dia seran leidas y puestas en tu buró como un manuscrito sagrado colmado de secretos epicos de algun lugar misántropo. Así, cada letra con su historia, cada frase con un sentimiento escondido entre la pulcritud de quien escribe ocultando su historia, pero desnudando sentimientos a disfraz de quien no los merece.

Te escribo en mi mente cuando te observo con los ojos cerrados, te detallo todo el tiempo a hurtadillas como quien el saldo de la fantasía se le agota porque es ahí donde pasa su tiempo desmesurado corrigiendo facciones de tu cara inmejorable.

Te veo, te envidio... incluso puedo decir que te deseo como la luna a la luz del sol para poder brillar en sus noches de eterna presunción. Te deseo libre como siempre, irreverente, alienado, tórrido, frágil e incluso inmoral y sicalíptico; te deseo en mis noches armónicas cubiertas por el delgado paño de la niebla que emana tu boca en invierno; te deseo aquí escribiendo pensamientos abrumadores en mi ya gastada pizarra de los sueños.

Te escribo tanto, que cada vez tengo que recurrir mas a la realidad para poder gastar las frases impacientes que se agruman en mi mente, te escribo con la única razón de recordarte siempre, porque las palabras se van cada noche enredadas en la cortina del pasado y lo único que prevalece son las letras de un ya cansado grafito que se esconde del mundo solo para poder hablarte un poco mas.

Erika Zúñiga Lee

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el día que mueras robare tu alma