viernes, 30 de septiembre de 2011

Solo lee lo que jamas he dicho y jamas escucharías.

Te escribo a vos a diario porque mis palabras jamas logran captan tu atención, porque para vos soy un fantasma; y aun así entre el dolor de un sentimiento gastado en vano considero que mis días son mejores desde que me levanto y a mi memoria la inunda tu recuerdo.

Te escribo a ti con palabras que sencillamente no se si algún día merezcas, pues batallas conmigo aun sabiendo que en mi vida ya no hay nada por perder; batallas conmigo sabiendo que siempre te dejare ganar; batallas conmigo porque sabes que te quiero y cambiaría toda mi vida de felicidad por una sonrisa tuya en las mañanas.

Te escribo, aun cuando la posibilidad que existe en que me leas es poca; te escribo aun cuando se que si estas leyendo esto te va a dar lo mismo. Pero te escribo, con la ilusión de no ahogarme en sentimientos profundos, con la ilusión de no olvidarme de ti aun cuando seria lo correcto.

Te escribo a vos, y quizá este perdiendo unos cuantos minutos de mi vida; te escribo a vos que sutilmente puedes olvidarlo todo; te escribo pensando que algún día la verdad salga a flote, y quizá la única que tiene una verdad aquí soy yo porque lo tuyo siempre ha sido mentira.

Te escribo a vos...y no quiero responderme cuanto te importa

Te escribo a vos la persona mas cobarde que jamas haya existido; a vos que te embarga el miedo del vivir porque no puedes pelear por ti ni por los sueños que realmente anhelas; te escribo a vos que te conformas con haberme dado una ilusión falsa y vacía; te escribo a vos porque nadie mas lo hace, porque a pesar de todo te quiero mas de lo que pude imaginar.

Te escribo a vos solo por si algún día reaccionas y piensas con la mente despejada; te escribo a vos que siempre tienes algo mejor que hacer que hablar conmigo; a vos que me ignoras cuando no hay nada mas en que distraerse; te escribo a vos con resignación porque se que jamas podre vencer tu orgullo y tampoco el mio; te escribo a vos que buscas lejos lo que yo puedo ofrecerte sin rencores.

Te escribo a vos porque eres el único que puede entender esta historia que no rima pero encaja; te escribo a vos porque ya intente olvidarte y me fue imposible; te escribo a vos porque quise odiarte y termine odiándome; te escribo a ti solo para decirte que el quererte es la coincidencia que mas problemas me ha causado y también la que mas ha dolido.

Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma





miércoles, 28 de septiembre de 2011

El pianista

Erase una vez un pianista famoso destrozado por la tristeza y la amargura del amor, su musa se había marchado, y sus sueños débiles ilusiones, caían sobre su piano como la lluvia. Y pasaba noches enteras frente a su teclado…dibujando la silueta de su amada en cada nota, anhelando su regreso en cada acorde.

Cierto día su piano no volvió a escucharse más y la ciudad extrañada acudió en su búsqueda y al entrar en la casa lo vieron ahí, destrozando su piano; así que alguien le pregunto la razón de su actuar y severo respondió:

―Amo tanto la música que de hoy en adelante me dedicare a escribirla y para ello construyo un escritorio con mi piano― soltó la herramienta que sostenía celosamente en su puño y agrego ―tanto me ama mi musa que ha logrado convertir mi música en palabras, para que aun en su distancia pueda oírme― Una gota cristalina rodo por su mejilla y cayó sobre el teclado con tal fuerza que logro un sonido triste y desafinado.

Desde aquel día el pianista ya no fue más famoso, y se convirtió en un loco que escribía sin cesar, escribía todo lo que jamás dijo, y murió de dolor porque escribir duele, duele más que la sangre derramada cuando se trata de buscar la mejor melodía del mundo.

“En la vida nunca seas como un pianista de vocación, pero si un pianista a medias porque la música no es moldeable y las palabras nunca pueden ser reemplazadas.”


Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma

domingo, 25 de septiembre de 2011

Présomption

Pareciera que el viento acaricia tu cuerpo todas las tardes de otoño, pareciera que el mundo se enamoro de ti y de tu forma de verle a diario; sin embargo yo sigo escribiendo en las madrugadas que te amo, sigo escribiendo en mi buró lineas que me recuerdan los días que delicadamente le he regalado al silencio.

Pareciera que la vida se esta cansando de nosotros, de nuestros días llenos de melancólicos sentimientos sobre un futuro que se aleja y sobre un pasado que ya no se puede construir porque el tiempo nos mata a diario con la sutileza de un veneno desconocido, con la parsimonia de un buen amante.

Pareciera en ocasiones que te niegas a vivir feliz, a vivir sin mi. Pero lamentablemente todos estas cosas solo me parecen, y me parecen vanas en su momento pues sencillamente a nadie mas que a mi y a este escrito le importan las suposiciones de un alguien que se calcina tratando de darle un poco de luz a un amor que jamas calmara el hastió producto de meses de un amargo suplicio.

Así que jamas podrás distinguir tus conjeturas de mis verdades, porque de cierta forma la vida nos ha puesto equidistantes por alguna razón que ya he mencionado antes y a lo mejor has comprendido desde hace mucho; y aun así guardas ese silencio que poco a poco se aglomera y en las noches pareciera atacarte de asfixia mientras solo atisbas posibilidades de lo que pudo haber sucedido si las decisiones hubiesen sido otras.

Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma

jueves, 22 de septiembre de 2011

En ocasiones

En ocasiones escribo tu nombre en el cuaderno de mi alma y se ve tan vació porque esta sin mi
En ocasiones te veo regresar con los ojos llorosos, después de una noche de dolor a solas con tu alma
En ocasiones te veo en el infierno jugando con besos que alguien se robo
En ocasiones te sueño y la vida se olvida de mi realidad
En ocasiones
En ocasiones
En ocasiones me parece que todo esta tan bien
En ocasiones todo lo veo tan equivocado contigo.

En ocasiones te veo volando junto a mi
En ocasiones los alucinógenos se pierden en los bolsillos de la inmortalidad
En ocasiones me gustaría regresarte a tu mundo verdadero, pero es tarde porque todo esta tan jodido
En ocasiones te observo a solas desde el balcón
En ocasiones te dibujo en mi pared solo para recordarte siempre
En ocasiones
En ocasiones
En ocasiones me gustaría desaparecer la noche
En ocasiones me gustaría desaparecer el mundo
En ocasiones me gustaría morir junto a ti.
En ocasiones lamento no estar viva.
En ocasiones recuerdo que estoy muriendo por ti.

Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma

Entre lineas

Cuando las palabras se pierden en recuadros de un cristal olvidado entre tu mirada y la mía, recuerdo que alguna vez tu sonrisa me devolvió el color que había olvidado pintar en el cielo tras varios días de oscuridad.

Bajo la lluvia iluminada por faroles de una calle desolada recuerdo los murmullos de quien se enfrenta a la indecisión del error y la potestad de saber que la vida se pasa y de repente ya amanecerá y nada importara.

Así que cuando las cosas ya no puedan estar peor coloca una carta en mi buzón, evadiendo trampas que seguramente me harán pensar que el trato de quererte siempre continua vivo a pesar de la ignorancia conseguida tras muchos días de perfecta concentración en lo que si importa pero decidimos no aclarar nunca.

Así que cuando tu vida mejore, recuerda escribir mensajes en las nubes porque desde algún lugar lejano me alegraría esconderme tras el velo de la felicidad que a través de los años compramos con fantasías absurdas, cuando tu vida mejore no olvides llorar en tus noches por todos aquellos sueños que se clausuraron en el camino y sirvieron de puente para encapsular una vida que a lo mejor no anhelaste pero disfrutas mientras olvidas unos cuantas tardes.

Erika Zúñiga Lee
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martes, 13 de septiembre de 2011

¿Cómo desaparecer?

Quisiera esconderme en las profundidades de tu alma necia e incomprendida, y así cada noche poder suspirar con cada uno de tus latidos suaves que me invitan a soñar tras una melodía infinita que se mezcla con lagrimas quebrantadas en tardes de invierno.

Me encantaría saborear tus mejillas que lucen blancas y pulcras todo el tiempo, comprender el enigma que esconden tus labios que lo dicen todo pero jamas hablan de tu vida, esa vida que ha sido desgastada por el puñal del dolor que en ocasiones te hace querer llorar por tanta vicio intrincado en cada párrafo que lees en los diarios.

Me gustaría confesar que no hablo de ti sino de mi cuando escribo en mis noches de eterno vació, y al final no existe diferencia alguna porque te puedo ver con cada ademan de mi ser; me gustaría confesar que tengo miedo del mundo, de sus criticas, de sus pruebas; tengo miedo de no saber si estarás mañana alegre esperando una llamada o si solo estarás inerte perseverando el olvido.

Así que solo me gustaría desaparecer y en una primavera olvidarme de ti, olvidarme de mi; olvidarme de aquellos errores que parecían perfectos, olvidar que ante todo lo sucedido eras real y no una ilusión que hubiese preferido lo fuese ante todos los hechos. Me gustaría cambiar tus miedos por satisfacción pero entonces solo puedo sonreír ante tu incomprensión disfrazada por una mofa que nadie puede creer. Me gustara decirle al mundo que te amo sin que entonces todos se alarmaran, me encantaría colocar un beso en tus labios sin parecer alguien demente; me gustaría amarte sin miedos y entenderte sin excusas.

Erika Zúñiga Lee
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jueves, 1 de septiembre de 2011

Fin d'après midi


Portentosa, así fue aquella tarde de verano donde me viste y te vi por segunda vez en aquel mes; Indescifrable era tu mirada, aquella que se mostraba llena de espanto y curiosidad a la vez. Así que te sonreí y como si te conociera de antes trate de buscar aquellas palabras que se acoplaban en tus labios escondidas tras una delgada linea que se negaba a convertirse en risa.

Ante lo incomodo del silencio aun pensaba que podría observarte por horas, calcular el nivel exacto de sangre que se acoplaba en tus mejillas, calcular las veces que repetías aquel ademan de golpear uno a uno los dedos de la mano sobre tu rodilla, estabas nervioso porque frente a ti tenias una desconocida; yo estaba nerviosa porque frente a mi tenia un extraño.

Mientras una distracción nos saco de aquel letargo, aquella sublime canción empezó a resonar en el ambiente, y aunque trataba de leerte con ansias me era imposible concentrarme en un papel cuando dos ojos joviales me observaban; entonces encontré aquella descripción perfecta de la agonía que se siente al estar desesperado en un mundo que no sentimos nuestro; encontré aquella frase perfecta y la guarde enseguida; encontré la estructura de un escrito que me mostró lo buen aedo que podrías llegar a ser; encontré que no eras solo un hombre sino un artilugio del cual quería saber un poco mas.

Indescriptible fueron los segundos siguientes, donde la osadía danzaba sin remedio alguno; inmejorable fue aquella lluvia que asonataba tus palabras; increíble fue el estallido de mi sangre ante aquel roce delicado de tus mejillas con mi rostro. Incognoscible fue despertar en medio de la nada y descubrir que había encontrado aquello que busque por años, aquel ser de naturaleza dócil que me apaciguaba el alma y me hacia sentir tan plena como para enamorarme de mi en ese preciso instante.

Erika Zúñiga Lee
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