Es agradable marcharse a los bosques, alejarse de la ciudad y despertar sueños en lugares donde la fantasía no existe. Sonreirle al viento, cantar con las aves y gritarle al mundo sin miedos que te sientes vivo.
La clave para volar en pedazos como una hoja de otoño es simple, pues solo tienes que sentir a humedad rozando tus mejillas, el aire limpiando tu interior dejando una pulcritud que tu mente no acepta porque es demasiado perfecta. La clave para no morir en tu fantasía es olvidar los demás que para ese entonces ya deberían estar muy lejos.
Es agradable marcharse a los bosques, despojarse de las tristezas acumuladas por amores que definitivamente ya no existen y que siempre nos rehusamos a dejar partir; sin embargo, sucede que mientras tus sentimientos se escapan por la izquierda, tu derecha los recoge y los guarda en el inconsciente que se despierta despiadado en las noches.
La cave para renovarse siempre esta en mirar el cielo y dedicarse tiempo absoluto, tiempo donde ni siquiera esta permitido pensar, tiempo donde tampoco nadie puede entrar.
Es agradable alejarse a veces... pero me gustaría quizá alejarme contigo, cumplir sueños de morir extasiados solamente por miradas; hacer realidad la fantasía de poder amarnos y querernos como nadie puede entenderlo. Seria agradable huir demasiado lejos de la ciudad como única clave para vivir sin tiempo, sin reglas ni estatutos que nos digan cómo funcionan los cariños prohibidos.
Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma
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