Tengo miedo de verte interpretando tu papel de persona razonable y comprensiva, aun así siento la necesidad de verte a diario tras las bambalinas de este teatro en el cual los guiones son escritos por desdichados, que no entienden el sentido de un abrazo antes de salir a buscar problemas cada mañana.
Tengo ilusión de verte, mientras preparas tus canciones dulces que prometen aliviar corazones abandonados por quienes algunas vez prometieron amor eterno e incondicional; también siento hastió de verte de lejos como si el vicio de amarte fuese mas intenso a diario.
Me inundan las ganas de hablarte, la necesidad de abrazarte, la preocupación de cuidarte aunque no haya nada malo en el destino de tu vida; me inundan las banales dudas de saber si quieres cuidarme y llevarme segura hasta el día en que nuestra música ya no suene mas por los pasillos de aquella vieja escuela.
Así que la urgencia de oír tu voz me convierte en espectadora incógnita de tus canciones; y en medio de tus coros celestiales siento alegría y miedo mezclados en mi pecho que desorientado no comprende la buena suerte de quererte así casi inofensivo.
Tengo la necesidad de confesar que estoy jodida por todos mis días y mis pensamientos hacia ti, hacia tu vida, hacia tus constantes sueños y tus perdidas ilusiones; pero también siento la satisfacción en las manos por mantener este sentimiento que me reconforta y me desalienta en solo un suspiro... quizá sigo estando mas jodida que satisfecha pero eso es lo que menos importa ahora.
Erika Zúñiga Lee
Puedes copiar todo lo que quieras, pero si no me das los créditos
el día que mueras robare tu alma
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