miércoles, 16 de mayo de 2012

Alucinación


No puedo afirmar que la vida de todos en este mundo esta vacía y sin esperanzas, no puedo tampoco aceptar que de repente todos olvidan lo importante y cambian sus recuerdos por tristezas absolutas de las cuales no desean salir jamas.

No puedo asegurar que este mundo se esta perdiendo, y aunque aveces lo pienso demasiado, la rutina de la muerte apacigua silencios que bondadosos guardaban secretos de este universo alterno.

No puedo siquiera sospechar hasta donde llegan tus anhelos, no puedo imaginar lo que oculta tu piel tras los delicados roces que inconscientes se apoderan de mi torpe mirada perdida; no puedo prometer que no te escribiré esta noche, ni tampoco puedo imaginar como dedicaras tus próximos días a la nada.

No puedo afirmar que tu amor y mi amor pueden verterse en el mismo frasco, no puedo creer que todo lo que he dicho sucedió tan solo mientras te miro, mientras descifro códigos en tus pupilas, mientras te duermes en mis brazos, mientras te asesino lentamente.


Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma

Compuesto


Con tu imaginación y mis ansias
podría acabarse el mundo entero

Aun sin verte mientras sueñas, puedo conocer tus anhelos; ciertamente tus ilusiones vuelan hasta mi y en un momento se hacen sinónimo de esta enfermedad que no acepto pero me aniquila mientras se alimenta del miedo que me produce perderte.

Con tu imaginación y mis ansias
podría acabarse el mundo entero

Sin embargo la muerte nos une, porque los dos somos dementes acostumbrados a sufrir; y aunque a diario la amargura se concentre en nuestra garganta como un cáncer irremediable, somos amantes omitidos por esta cultura atrevida de la cual ya no podemos escapar.

Con tu imaginación y mis ansias
podría acabarse el mundo entero

Así que escribimos una historia nueva a diario, con mensajes ocultos en pequeñas tildes y puntos que solo los mas desesperados podrían entender en su lecho de arrebatos imprudentes; escribimos fantasías para desafiar la realidad, para olvidarnos de la vida, para producir sonrisas que no tienen licencia ni aquí ni allá.

Con tu imaginación y mis ansias
podría acabarse el mundo entero

Porque los dos ya estamos condenados, a este exilio infinito que no acepta condiciones ni alianzas; somo almas desbocadas que marchan al ritmo de una flauta traversa que solo el viento acaricia en las noches de invierno.

Con tu imaginación y mis ansias
podría acabarse el mundo entero

Las estrellas se alejan victoriosas llevando presa a la luna; tu sonrisa se borra lento mientras observas mis ojos que se apagan por tus delitos... y una vez más esta batalla empieza; tu aprisionando mis labios; yo solo disfrutando la falsedad con que encandilamos el mundo.


Con tu imaginación y mis ansias
podría acabarse el mundo entero


Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma

miércoles, 9 de mayo de 2012

Amigo



Estaba recordando el día en que te conocí...
La caricia suave del primer rayo de sol, de repente se va tornando en una brisa que promete acompañarme durante el día que aun parece joven; y entonces todo el ambiente empieza a salpicar recuerdos de innumerables momentos que hemos compartido bajo el mismo cielo.

Los autos parecen pequeñas marionetas dirigidas por alguna fuerza extraña que nadie sabe de donde viene; los arboles crecen y bailan seductoras danzas, aunque en el fondo siguen siendo solo galas perfectas de un suelo firme que sobrevive a a pesar de los agravios.

Los sonidos desordenados de repente se hacen uno solo, las voces de las multitudes se apaciguan hasta parecer solo susurros de cuna, el caos de la ciudad se convierte en asonancia y de repente los recuerdos se articulan hasta formar una sola alusión... la misma de aquel día en que te conocí, aun sin saber que serias mi gran amigo.


Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma



martes, 1 de mayo de 2012

Metalepsis


Tengo miedo de verte interpretando tu papel de persona razonable y comprensiva, aun así siento la necesidad de verte a diario tras las bambalinas de este teatro en el cual los guiones son escritos por desdichados, que no entienden el sentido de un abrazo antes de salir a buscar problemas cada mañana.

Tengo ilusión de verte, mientras preparas tus canciones dulces que prometen aliviar corazones abandonados por quienes algunas vez prometieron amor eterno e incondicional; también siento hastió de verte de lejos como si el vicio de amarte fuese mas intenso a diario.

Me inundan las ganas de hablarte, la necesidad de abrazarte, la preocupación de cuidarte aunque no haya  nada malo en el destino de tu vida; me inundan las banales dudas de saber si quieres cuidarme y llevarme segura hasta el día en que nuestra música ya no suene mas por los pasillos de aquella vieja escuela. 

Así que la urgencia de oír tu voz me convierte en espectadora incógnita de tus canciones; y en medio de tus coros celestiales siento alegría y miedo mezclados en mi pecho que desorientado no comprende la buena suerte de quererte así casi inofensivo.

Tengo la necesidad de confesar que estoy jodida por todos mis días y mis pensamientos hacia ti, hacia tu vida, hacia tus constantes sueños y tus perdidas ilusiones; pero también siento la satisfacción en las manos por mantener este sentimiento que me reconforta y me desalienta en solo un suspiro... quizá sigo estando mas jodida que satisfecha pero eso es lo que menos importa ahora.


Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma

Chuchotement


La brisa de septiembre sacude mi cabello trayendo léxicos escondidos que, poco a poco se van quedando enredados en las ramas desnudas de un bosque guerrero plantado en tiempos remotos por dioses misteriosos de los cuales nadie ha escrito mitos ni historias.

Entre los susurros del viento creo reconocer canciones provenientes de sueños compartidos donde tu y yo cuidadosamente mezclábamos pedacitos de palabras con aleteos divinos que merodeaban en el entorno lleno de enigmas sin  destino.

Así que sin oponer resistencia escucho cuidadosamente melodías absurdas, que golpean grotescas el cristal de una ventana olvidada tras las cenizas de libros efímeros, a los que nadie quiso brindar amparo y murieron sobre las baldosas sin piedad ni queja.

Lo curioso de todas estas melodías vestidas de psicodelia es que traen recuerdos de todas partes, arrastrados por la carrosa seductora del dolor y a pesar de mi gran interés en descifrar su argot no logro recitar los secretos bajo el velo de los susurros de septiembre.


Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma