jueves, 30 de diciembre de 2010

Tu eres un puente al que temo, pero busco a hurtadillas

Tu eres como ese puente colgante que me lleva a casa, eres tan débil que el viento puede envolverte y hacerte mover a su ritmo, pero a la vez tan fuerte como para poder soportar mi conciencia.

Inevitablemente siempre estas ahí en medio de la nada, expulsado del mundo como un pecador, apartado de la vida escondido entre rocas que esconden secretos que jamas me atrevería a contar. Y aunque trato de olvidarte confieso que te extraño, y me obligo a cruzar por senderos solo para encontrarte.

Me gustaría confesarte cuanto amo tus labios, no por lo que dicen, sino por todo lo que he llegado a sentir cuando hacen contacto con mi piel, sinceramente a quien le importan las palabras cuando un par de ojos saltones lo dicen todo, sinceramente a quien le importa el tiempo cuando estar a tu lado dulce y agradable.

Ahora siento miedo de decir que te extraño, y me siento rara porque acostumbrarme a alguien jamas estuvo entre mis libros, pero todo seria diferente si tu no fueras tan especial, todo seria diferente si yo dejara de lado mis temores. Me gustaría ser tan especial como tu, y poder cortar algún día la delgada cuerda de nuestro puente, y caer al vació para perdernos hasta que el infierno se congele.

Erika Zúñiga Lee
Puedes copiar todo lo que quieras, pero si no me das los créditos
el día que mueras robare tu alma.

Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama.

Desearía saber un poco mas sobre ti, saber que esconde esa mirada brillante adornada por un par de cabellos negros que tus gafas oscuras no logran atrapar. Puedo confesar segura que tu coqueta anatomía me trae loca y que la seguridad de tus palabras es algo que me logra transformar en esa persona tímida que con una sonrisa cree poder arreglarlo todo.

Me gustaría saber que hay tras esa sonrisa, pues he estado observándote y algo me dice que no todo anda bien; es tu cara con esas facciones talladas delicadamente por los años, eso tantos años que me llevas de mas pero que te hacen mas interesante aun, lo que me intriga.

Quisiera matar por cruzar esa montaña que existe entre los dos y atravesar la barrera de tus pensamiento, hay algo que me dice que no soy solo un cuadro mas de aquella fría habitación donde se hacia incomodo el silencio de mi boca.

He pensado que nos conocemos de mucho antes, quizá en otra vida fuiste mi verdugo, quizá en otra vida fui tu doncella y me gustaría averiguarlo, no es normal todo esto que sucede, no es normal tanta atracción entre dos personas que no comparten nada, o a lo mejor es solo empatia por lo desconocido que hay entre los dos.

Me gustaría conocerte realmente, me gustaría aclarar mis dudas, pero esta vez sera una de esas tantas otros, donde jamas diré nada, donde me dedicare a escribir para calmar las ansias de pensar, en dejar pasar el tiempo, ese que cura dejando solo una pequeña cicatriz para el recuerdo.

Erika Zúñiga Lee
Puedes copiar todo lo que quieras, pero si no me das los créditos
el día que mueras robare tu alma.


martes, 21 de diciembre de 2010

Si das con una buena mujer serás feliz; y si no te volverás filósofo, lo que siempre es útil para el hombre.

Quisiera jamas haberte conocido, así no tendría que cargar con el peso de saber que he roto toda tu ilusión de vivir. En la vida cometemos errores imperdonables yo ya he cometido muchos como para aceptar que he fallado nuevamente, así que mientras los cigarrillos siguen quemándose, le pido al infierno que todo se termine.

Lamento no haberte querido de la forma en como lo esperabas, pero es el problema de haber conocido el cielo antes de haber llegado a la tierra; antes de ser una persona normal fui un filosofo que comprendió la vida desde la perfección y jamas podrá ver con buenos ojos la humanidad engañada y llena de falsas ilusiones.

La verdad es que jamas podre quererte, jamas podre querer a alguien, ese sentimiento es tan doloroso, que a lo mejor ya le tengo miedo, ya he querido mucho y he deseado tanto que mi vida se fue fundiendo en un cenicero que termino enterrándome en vida propia, así que desde entonces las lagrimas alimentan mi cuerpo y mis sonrisas no son mas que débiles espejismos que aprendía recrear por la propia necesidad de omitir unos cuantos detalles.

Si algún día fueses filosofo, te amaría tanto que moriría intentando conquistarte, pero mientras eso sucede, yo espero aquí sentada viendo pasar las horas en un cristal manchado de sangre que perdió su brillo tratando de reflejar la oscura vida que se llevo tras un tango suave y peligroso al que le llaman vivir.

Erika Zúñiga Lee
Puedes copiar todo lo que quieras, pero si no me das los créditos
el día que mueras robare tu alma.