domingo, 13 de noviembre de 2011

tavshed

Podría decirte tantas cosas; podría decirte que me encanta esa forma en como tus pupilas bailan dulcemente en su órbita, podría decirte que el aire que te sobra en cada suspiro es el mismo que me robas con cada palabra.

Podría escribirte tantos versos, pero ninguno es adecuado porque la humildad no va con los poetas y hoy simplemente puedo decir que me aterra saber que algún dia podría perderte, porque entonces te necesitaría.

Podría decir que me gustas desde aquel primer momento, pero entonces mentiría demasiado. La verdad es que me gustas desde un instante perdido en el tiempo porque aun no lo recuerdo.

Podría decir por una vez mas que te olvidaré... y enfrentarme de nuevo al imposible de saber que lo único que encontrare en las noches sera el vació de un cuerpo egoísta que siempre ha guardado todo para después.

Podría decirte, podría escribirte... pero lo que debería hacer realmente seria hablarte, y enredada en mis propias conclusiones poder soltarle al viento que te quiero como a quien había esperado toda la vida, que te quiero y te pienso a diario sin razones ni pretextos... solo con la costumbre de amarte cada día un poco mas.

Erika Zúñiga Lee
Puedes copiar todo lo que quieras, pero si no me das los créditos
el día que mueras robare tu alma

rêves

Anoche soñé contigo después de tanto tiempo, te vi tan cerca como me gustaría tenerte a diario; te vi tan feliz como me gustaría estuvieras siempre. Me pregunto a veces si este amor que me nació de la nada me durara para siempre; y mi noble esperanza me responde que a pesar de los años perdurara porque en todo este tiempo lo único que he hecho es aprender a aceptar todas y cada una de las cosas que eres, porque a pesar de los cambios siempre eres la razón de una sonrisa en mi rostro, porque a pesar de amarte lo que mas me importa es que estés feliz sin importar que esa razón me destroce el pecho en mil pedazos.

Así que mientras duermo me aferro a la ilusión que perfectamente ha trazado mi memoria de tu cuerpo y tu cara; me aferro al recuerdo que mi mente guarda de tu perfume natural que emana sutilmente tu piel a diario, me aferro a los recuerdos de aquellos momentos que iluminaste con tu sonrisa, esa misma sonrisa que me hace querer llorar cuando se que jamas brillara para mi de una forma sincera.

Anoche soñé contigo, y al despertar me pregunte de nuevo como tantas veces si quizá me quieres solo un poco, si quizá me recuerdes. Y mientras todos los días lucho con el silencio espero que alguna noche me preguntes si te quiero para entonces llorar de alegría y responder que estoy agradecida por la casualidad mas acertada de mi vida: haber comprendido lo que es amar aun en contra de la voluntad.

Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma