Aquella mañana Frank despertó intoxicado por la fiesta que había tenido el día anterior; dio un vistazo a toda su habitación y la noto desordenada cosa poco común en su ambiente. Clamo entonces por un poco de agua al tiempo que tenia ese sentimiento de querer traspasar la pared y aniquilar a su vecino que del otro lado martillaba fuertemente propinándole con cada golpe un desastre dentro de su cabeza. Busco en su buró el reloj y vio que era tarde... había pasado mucho tiempo durmiendo y aun asi seguía sintiéndose mal; entonces una sensación de rechazo desde su estomago lo hizo levantarse de prisa e ir directo al retrete para vomitar el alcohol que su cuerpo se negaba a hospedar —Estas jodido Frankie— Se dijo a si mismo en voz alta y sin mas reparos fue a llenar la bañera para darse un baño y envuelta en un delicado terciopelo danzante color rojo la vio a ella, ocupando todo el espacio de su destino.
(***)
Después de superar su letargo olvido la bañera y prefirió la ducha; allí bajo el cristalino velo helado recordó toda la noche anterior, sonrió con descaro y termino de lavar su cabeza rápidamente para vestirse enseguida. Le dio un ultimo vistazo a ella que yacía pálida bajo su mundo inerte y se marcho no sin antes dejar una nota frívola que nadie iba a leer "No me llames, solo escúchame"
Erika Zúñiga Lee
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el día que mueras robare tu alma
